La Vespertina
Proyecto de educación no formal y apoyo escolar en el
barrio Belén (Bogotá)
“Cuando la ciudad olvida a sus niños olvida a sus propios
ciudadanos y también se olvida a si misma, pero si recupera su
relación con los niños, si les da tiempo y espacio para jugar, si
les concede la palabra, les escucha sus ideas, tal vez pueda
salvarse”
Francesco Tonucci,
La ciudad de los niños
OBJETIVO
Crear un espacio de apoyo a las necesidades educativas de
los niños, niñas y jóvenes del
barrio a través de diversas
disciplinas como el arte, la
ciencia, la gastronomia, la literatura y los
idiomas para resignificar los
saberes y aprendizajes de cada uno de ellos
DESTINATARIOS
Barrio Belén
-Niños y jóvenes de 7 a 18
años
-Adultos interesados en la
horticultura, lectura y medios
audiovisuales
FINALIDAD
Generar reflexiones y
pertenencia en torno al
espacio que se habita
Recorridos Pedagógicos
PREMISA
Nuestra
“Escuelita” promueve brindar los saberes y
las experiencias necesarios para
que niños/as y adolescentes puedan
intervenir progresivamente en los
asuntos públicos, ejerzan diferentes
maneras de participación en una
sociedad democrática y se formen
como ciudadanos. Estamos
convencidos que la tarea de la
educación es crear un espacio de
transformación en el convivir de las
personas, para vivir. Es decir,
construir conjuntamente, espacios
vitales donde ser pueda ser.
Escuchar a los niños, niñas y
jóvenes exige una escucha
generacional, una legitimación hacia
los que llegan, un hacer lugar.
La educación nos ofrece, como educadores, la oportunidad de construir vínculos en espacios compartidos, de transmitir conocimiento, generar significado y reconocer que las reglas del juego, en cualquier momento de la historia, pueden transformarse. Participar activamente en esa transformación es parte esencial de nuestra labor.
Por ello, debemos comprometernos a crear un espacio y un tiempo colectivo que asuma con responsabilidad el desafío de educar a las nuevas generaciones. Esto implica garantizar su derecho a aprender de la mejor manera posible, en un acto generoso que priorice la calidad máxima de la enseñanza, trascendiendo cualquier limitación del contexto.
La Escuela Vespertina concibe
al niño como un sujeto de
derechos, como un ciudadano
capaz de vivir, y opinar como los
adultos. Con voz y capacidad de
elección válida y propia. Es un
constructor protagonista del
proceso, no un simple destinatario
de acciones, leyes y proyectos. Es
alguien que debe ser escuchado, y
consultado respecto a sus
necesidades, requerimientos,
prioridades e ideas.